Excursión a Los Chorros
(2 voto, promedio: 5,00 sobre 5)
Uno de los planes más entretenidos y divertidos a hacer en Los Caños de Meca es hacer una excursión a Los Chorros o Las Cortinas. Los Chorros o Cortinas es una cascada de agua dulce que cae directamente de los acantilados del
Parque Natural de La Breñaque durante los meses de invierno es abundante y espectacular mientras que en verano es mucho más escasa pero no menos espectacular.
La ruta puede llevar aproximadamente una hora y media o dos, depende de lo que te detengas en cada punto de interés.
Consejos previos
Antes de partir a la ruta es muy importante tomar una serie de precauciones:
- La más importante de todas es estar pendiente de las mareas. El momento idóneo para ir es con la marea bajando ya que si sube el agua llega a los acantilados y es imposible pasar a no ser que sea a nado pero con el oleaje de la zona no es muy recomendable.
- Debes llevar calzado apropiado, a saber, cangrejeras, zapatillas de deporte que se puedan mojar o cualquier tipo de calzado que te proteja y sujete el pie. Y esto es importante porque hay muchas parte de la excursión en la que tendrás que escalar por rocas picudas que pueden hacerte heridas en los pies si vas descalzo.
- No llevar a penas nada. Si quieres llevar cámara de fotos, cosa que recomiendo pues el paisaje es único, intenta llevarla en una mochila que puedas llevar en los hombros o mejor en un bolsa hermética por si hay que pasar por zonas de mar.
La excursión
La ruta comienza donde acaba la avenida de Trafalgar, la avenida que cruza Los Caños, en la zona conocida como Los Castillejos, que es el último punto habitado de Los Caños, y a partir de ahí el camino continúa bajo pinares y acantilados.
El punto partida exactamente es la Playa de Los Castillejos y hay que tomar dirección Los acantilados de Barbate. La playa no es muy extensa pero de una belleza y ambiente únicos. Es el lugar más hippie de la zona, donde aún se mantiene la esencia de antaño.
Una vez pasada la playa empieza la aventura pues empieza la escalada, quizás esta primera escalada sea la peor de toda la excursión. Pero no te alarmes que se puede hacer perfectamente.
El paisaje cambia totalmente y la ruta trayecto transcurre entre grandes bloques de piedra que algún día se desprendieron de la pared por efecto de la erosión. De hecho hay carteles de Peligro Derrumbamiento. Sobrecoge mirar hacia arriba y pensar que alguna de esas rocas puede desprenderse en cualquier momento. Pero no es algo habitual y menos en los meses donde no hay temporales de levante.
Te encontrarás en un entorno natural que te dejará sin habla. Por un lado las cristalinas aguas del mar salpicadas con rocas y por otro los impresionantes acantilados todo envuelto con el sonido de chicharras. No escucharás otra cosa más que pura naturaleza.
A la mitad cuando unos enormes bloques rocosos impiden el paso fácil a pie hay que tomar un estrecho camino a la izquierda, en la base de los acantilados. La otra manera es o por mar o por una zona donde hay que hacer malabares para pasar. Justo cuando pasas esta zona, párate un momento y observa la playa a la que llegas. Es una pequeña cala con grandes rocas tanto en la orilla como en el agua con las vistas más impresionantes de toda la ruta. De hecho hay muchos osados, cosa que no recomendamos, que se tiran por una roca alta que hay en el agua. Ojo con la marea, pues si no está muy alta la profundidad a pie de roca no es buena para el salto.
Pasando esta preciosa cala, se llega al fin al objetivo de la ruta, a los Chorros. Un lugar mágico donde darte un baño de agua dulce que para muchos es una recarga de energía.
Los más aventureros pueden continuar más adelante y verán dos bonitas cuevas y tras ellas un camino ascendente bastante difícil que llega al último lugar accesible a pie: la cala verde.
Y ahora a volver a rehacer el camino de vuelta.